Fin de semana de MTB inolvidable con auténtico sello VolCAT. La organización de una de las carreras por etapas de ciclismo de montaña pioneras en este país como es la VolCAT supo donde poner el ojo para expandirse y no había mejor sitio que la Costa Brava, uno de los territorios más conocidos y turísticos del mundo por su prestigioso litoral. Y es que la localidad de Castell-Platja d’Aro y les Gavarres son un escenario ideal para la práctica del Mountain Bike gracias a sus caminos de montaña y sus amplias zonas de bosque.

Así, el primer fin de semana de febrero se celebró una nueva edición de la VolCAT Platja d’Aro, que reunió más de 600 ciclistas llegados de diferentes comunidades y países para disfrutar de dos etapas duras y exigentes, pero a la vez espectaculares para gozar al máximo del MTB. El objetivo no era otro que disfrutar del ciclismo de montaña y de los recorridos propuestos. 

La primera etapa, la del sábado 3, recorría la zona de Les Gavarres en sus 40 kilómetros y 1.250 metros de desnivel positivo. Esta se caracterizó ser una etapa que combinaba una gran cantidad de singletracks, caminos revirados y pistas, con subidas largas y exigentes (con la cima a más de 500 metros del Puig d’Arques), y bajadas en un terreno muy variable. La segunda etapa, celebrada el domingo 4, recorría la zona de la Ardenya, macizo con caminos y parajes naturales idílicas para el ciclismo de montaña. Con un perfil ligeramente más suave que la etapa anterior, con 41 kilómetros y alrededor de 900 metros de desnivel positivo, la segunda jornada presentaba un recorrido totalmente rompe piernas por un terreno más pedregoso y seco. Las subidas y las bajadas no eran excesivamente largas (más cortas que la primera etapa), pero no por eso menos duras, ya que se caracterizaban por fuertes pendientes y una mayor dificultad técnica en los diferentes senderos recorridos. 

En términos generales, la gestión ha sido excelente. No es sorprendente dada la excelente reputación de Ocisport y la calidad de los eventos que organizan, muchos de ellos reconocidos a nivel internacional. Durante los dos días de la competición, el recorrido permitió explorar la diversidad de terrenos que ofrece la Costa Brava, con Castell-Platja d’Aro como epicentro. El trazado, por tanto, resulta especialmente atractivo para los entusiastas del ciclismo de montaña y dejó a muchos boquiabiertos. Además, los diferentes servicios ofrecidos al corredor durante todo el fin de semana son todos los que un ciclista necesita para que no se tenga que preocupar de nada más que de pedalear y disfrutar.

A destacar la muy buena señalización del recorrido durante sus 80 kilómetros, en pocos puntos, para no afirmar que ninguno, podía haber confusión sobre qué camino tomar, y, además, los avituallamientos se encontraban en puntos perfectos para que no faltara de nada al corredor. Avituallamientos completos, con piezas de fruta, frutos secos, golosinas, chocolate, agua e isotónico de Nutrisport

Hay que destacar el bonito ambiente que hubo una vez finalizadas las etapas, donde la organización ofrecía comida y todo lo necesario a todos los corredores, pudiendo así comentar las diferentes impresiones e intercambiar opiniones. Al finalizar la primera etapa, los corredores pudieron degustar una deliciosa fideuá que, además, sirvió para recuperar fuerzas y encarar la segunda etapa. Por otro lado, el domingo, una vez los participantes ya se habían coronado como finishers, pudieron disfrutar de una botifarrada

Sin duda, una experiencia inolvidable para los participantes, en especial para aquellos que o bien quieren experimentar la sensación de correr por parejas, o bien quieren iniciarse en las pruebas por etapas. Además, el nivel tampoco faltó a la cita. Y es que no siempre puedes pedalear con un campeón del mundo a tu lado, como es Sam Gaze, que se llevó la victoria final. En categoría femenina, fue la campeona estadunidense Savilia Blunk la vencedora de ambas etapas y de la general final.