Amaneció un espléndido día en Sant Esteve d’en Bas para una nueva jornada de la marcha cicloturista Terra de Remences, que alcanza las 25 ediciones siendo una referente de las pruebas de ciclismo de carretera amateur del territorio. Más de 2.200 ciclistas se citaron a las 8 de la mañana en el mítico Carrer Ample para tomar la salida y enfrentarse o bien a los 100 km de la versión corta o a los 175 km del exigente recorrido largo. Deportistas de renombre como el tenista Tommy Robredo -retirado recientemente en el Trofeo Conde de Godó-, el esquiador Quim Salarich, el piloto Gerard Farrés, el cuatro veces ganador del Dakar Marc Coma, el triatleta internacional Nan Oliveras -vencedor de la marcha corta- y el corredor del Burgos BH Adrià Moreno recorrieron junto a centenares de aficionados al ciclismo las mejores carreteras de las comarcas de la Garrotxa, el Ripollès y Osona.

Desde hace ya un par de años, coincidiendo con el parón forzado de la pandemia, Terra de Remences se ha reinventado. La organización ha querido dar un nuevo aire fresco a la marcha y ha modernizado aspectos como el dorsal -muy chulo- o el carné de ruta. Además, el buen tiempo acompañó toda la jornada y ya desde el minuto 1 la temperatura fue muy agradable, en este mayo caluroso en el que el termómetro ha alcanzado registros históricos. 

Ambos recorridos son una pasada. Recordamos que el itinerario corto, muy asequible, es de 98 km con alrededor de 1.200 metros de desnivel, mientras que el largo, mucho más severo, es de 175 km y unos 2.750 m. Los primeros 90 kilómetros son compartidos, saliendo desde Sant Esteve d’en Bas dirección Olot y luego subiendo la primera cima del día: el Coll de Capsacosta, un puerto de casi 9 km sin porcentajes exagerados, muy factibles para todos los participantes, con las piernas aún frescas. Una vez ascendido se llega a la localidad de Sant Pau de Segúries, transición hasta Ripoll y subida al Coll de Canes, un puerto largo de unos 15 km, pero con una pendiente media muy suave que no llega al 3%. El descenso hasta Olot es rápido y placentero para aquellos que les guste dejarse llevar bajando. Para los de la corta, luego solo queda una pequeña vuelta por carreteras sinuosas, bonitas y tranquilas. 

Pero para los más valientes la fiesta apenas ha empezado, ya que en el km 95 cogen un desvío para enfrentarse al temido Coll de Bracons. Más de 8 km al 8% de media, con múltiples tramos que superan el 11% y una parte final con algunas curvas de herradura que pueden alcanzar el 19%. Un auténtico puerto, mítico de la Garrotxa. Una vez coronado, descenso que puede resultar un poco técnico en algunos momentos hasta Manlleu, donde se cambia la dirección de la ruta para empezar el Coll de Condreu, el último de la jornada. Antes, pero, se sube al Coll de Bac, para después de un ligero descenso, llegar a Condreu. Una vez alcanzado este puerto, largo pero tendido, únicamente quedan unos 10 km de bajada hasta la meta, donde el participante ya puede merecidamente autoproclamarse finisher de la Terra de Remences. 

Uno de los aspectos de la marcha que más nos gustaron fue, especialmente, la descomunal cantidad de voluntarios que ayudaron a los participantes en muchos sitios del itinerario. Una clara muestra que la Terra de Remences es un evento que define y moviliza un territorio. Todo perfectamente señalizado e indicado, y siempre con una sonrisa. También debemos hablar de los avituallamientos, generosos y con abundantes opciones de comida e hidratación. Además, como decíamos, contaban con muchos voluntarios a disposición de los participantes, ofreciendo un servicio casi personalizado y que se agradecía muchísimo. También una vez en meta, los participantes podían empezar la recuperación post-marcha con un plato de arroz y una botifarra, acompañado de frutos secos, café, bebida isotónica o cerveza, entre otras opciones. 

Finalmente, nos gustaría comentar que marchas como la Terra de Remences pueden celebrarse año tras año gracias a la ayuda de los patrocinadores. Energy Tools da nombre a la marcha y empresas como la distribuidora Vic Sports, con sede en la Garrotxa, y de una de sus marcas insignia, PowerBar, obsequiaron a todos los participantes con el tradicional bidón de la marca, un gel y una barrita. Al término de la marcha, como ya es costumbre, se celebró también la entrega de trofeos y premios para los participantes masculinos y femeninos de menor y mayor edad, el club con más participantes, el club más lejano y los clubes con más de 15 inscritos. 

Desde Bike Actual queremos dar la enhorabuena al CC Bas por la organización impecable de la Terra de Remences y motivarlos a que lo puedan hacer 25 años más.